¡Si el paraíso existe, definitivamente debe parecerse a las islas de San Blas!
Navegaremos de isla en isla, conociendo estos micro pueblos e islas desiertas.
Entre playas de arena blanca, islotes de pocos kilómetros cuadrados (o incluso metros) y aguas transparentes, uno tiene la impresión de estar en un cuento de Robinson Crusoe.
Los Kunas (los habitantes de las islas de San Blas) protegen sus islas. Esta comunidad indígena se refugió en estas islas. Desde entonces, han perpetuado sus tradiciones y conservado sus hábitats naturales, rudimentarios pero respetuosos con el medio ambiente. A fuerza de determinación, los Kunas obtuvieron una fuerte autonomía frente al gobierno panameño.
Entrar en territorio kuna es como cruzar una frontera hacia un nuevo país.